Fuimos al Molinón. Sporting 2 / Depor 2

Iniciamos el rito con "La Mareona", partimos de la Iglesia de San Pedro, para seguir por el muro de San Lorenzo camino del Molinón a paso tranquilo, una vez allí nos damos la vuelta para ver llegar el bus de los héroes del día. Habíamos iniciado nuestro bautismo futbolero, tal y como mandan los cánones por estas tierras norteñas.

Los cánticos, los gritos de la Mareona se vieron empañados por un conato de enfrentamiento con un grupo de aficionados del Deportivo a la altura del Parque Isabel (nuevo rito que logramos superar), la Policía Nacional lo resuelve con el empleo mínimo de la fuerza bruta. Parece que no entendemos otro lenguaje.

Nos hacemos unos a otros unas fotos, acá mi compañero Gerardo cumpliendo con el ritual para la posteridad inmortal, es la primera vez que estamos en el Molinón, la ocasión precisaba el concurso de un fotógrafo de confianza. Nos metimos de lleno en un par de horas como poco singulares.

Nuestro puesto nos permitió sentir muy próximos a los jugadores y el balón.

Estado en que todo el mundo se muestra en el último segundo del partido, el empate en las botas de un solo jugador y las manos de un cancerbero. Puro éxtasis y suspense hasta el último segundo de la prórroga con un 1-2 en contra.

GOLLLLLLL!!!!!, GOLLLLLLL!!!!

SPORTING!!!!!! SPORTINGGGG!!!!

Empatamos y todos nos fuimos comentando el evento a nuestros respectivos cubículos.

Tarde de futbol, tarde de gloria, en la que aprendemos una vez más esa frase mítica de uno de nuestros entrenadores (que pasó por el R. Madrid en su día):

"Gol, es gol".