En el Diccionario de Uso de la Historieta Española, Jesús Cuadrado define a Emilio Boix, dibujante y guionista, como: Clásico de la historieta animalista y de los mundos infantiles; incansable creador de interminables y veloces persecuciones, golpes y sorpresas, todo un universo del mundo de la animación que se detuvo en las viñetas.
Emilio Boix es uno de los más grandes genios que ha habido en la historieta española y sin duda el uno de los mejores en el campo del humorismo.

La obra de Emilio Boix es muy extensa y en la que el factor principal es el humorismo, y es esto lo que seguramente le ha relevado a un segundo plano en la historia de la historieta española, ya que son muchos los que miran el humorismo con tono despectivo. Boix y su personal sentido del humor no siempre han sido valorados
De estilo cáustico y con extraordinario conocimiento del uso del lenguaje de la historieta su prolija obra se mueve esencialmente en el mundo de la narración corta. Su obra se ve plagada de una humor original y absurdo que pronto calaría entre los lectores.
Consideramos que en España se puede identificar a E. Boix como inventor del equivalente del cine cómico a la historieta. En sus obras se aprecian elementos comunes con algunos de los maestros del cine de su época. Boix, probablemente, era un auténtico entusiasta del cinematógrafo. Su humorismo bebe de esas deliciosas películas.
Parte de su obra tiene el aire irrepetible, como de burbujeo de champagne, de las comedias hollywoodienses de los años treinta.

Leemos cualquiera de sus historietas y las encontramos más modernas que cualquier obra que acabe de escribirse ahora mismo. Ofrecen momentos de irresistible comicidad.
Para Boix, lo disparatado es positivo, arrollador y alegre y logra que el lector se ponga de inmediato del lado de los personajes que rebosan estas cualidades. Cualquier excusa es buena para ver y leer una historieta de Emilio Boix.
Lo Cómico
Ni siquiera la trágica contienda del 36 logró evitar que los españoles siguieran riendo. Claro que cada bando se reía de cosas diferentes.
Aristóteles definió lo cómico como lo equivocado y lo feo que no provoca ni dolor, ni daño. Esta es la visión de un gran filósofo y la que muchos de los sabios, que lo sucedieron adoptaron con respecto a la comedia y a la risa. Esta era vulgar y vana. No pretendía dejar ningún mensaje.
Los Antropolonchanzas, son las personas que se dedican al estudio del humor en el hombre y ellos sostienen que quien fuera que decidió reír por primera vez, tenía de seguro un imponente montón de cosas que responder. Y la única forma de salirse de ese aprieto fue dejando salir una carcajada.
Yo prefiero pensar que la risa es un mecanismo de defensa que nos ayuda a expulsar de nuestro cuerpo tensiones y problemas.

El humor, es el carácter momentáneo o constante que experimenta un ser humano a la hora de enfrentar una situación o la vida misma y además éste se presenta en diversos colores. Existe el negro, que es el que se ríe de las desgracias ajenas o propias, el de sorpresa que nos presenta situaciones que no esperábamos, el de la repetición que usa la frecuencia para romper los esquemas y provocar la risa, el de palabras que usa el lenguaje de forma inusual para provocar desconcierto, el del doble sentido que esconde algo detrás de la inocencia de una simple palabra, y el del no-sentido que nos presenta situaciones absurdas sin sentido posible, que son la pantalla de una escalofriante realidad. Y la Comedia que no es, sino la vida misma.
Desde siempre cuando empece a leer tebeos, hubo un autor que marcó mi percepción de lo cómico en la historieta, la risa y el humor de Emilio Boix, dibujante y guionista.
Actualmente la historieta española de humor ha decaído considerablemente en cuanto a la cantidad y la calidad de sus escasos cultivadores, pero los españoles aún tienen ganas de reír y lo hacen de buena gana siempre que se tiene ocasión de leer alguna obra de los muchos autores que florecieron en nuestra posguerra.
Una sabia mezcla de elementos
Ya hemos comentado las principales características de Emilio Boix como historietista: su gusto por la acción desenfrenada, sus personajes vapuleados una y otra vez, su manejo, casi imposible por lo magistral, del lenguaje de la historieta... ¿Qué me queda por decir entonces?
En realidad bastante.
Hay varias cosas que nos asombran de Emilio Boix, pero posiblemente las dos que más me sorprenden son, por un lado su habilidad para repetir una y otra vez el mismo esquema y dar en cada ocasión la impresión de que es la primera vez que lo usa, y por el otro el equilibrio del ritmo, un ritmo narrativo casi de carrusel.

A poco que las analicemos es fácil ver que sus historias comparten una estructura similar, se articulan en torno al tradicional planteamiento de la historieta de humor más clásica, cercana al cine mudo o de animación.
Con esos elementos tan tópicos, E. Boix ha dibujado una y otra vez algunas de las mejores historietas de humor de las últimas décadas. Y en cada ocasión ha sabido construir una historia fresca, novedosa y trepidante, como si la contara por primera vez.
Su secreto, aparte de ese impresionante manejo de elementos cinéticos y de su capacidad asombrosa de tejer todos los cabos de una forma natural y fluida, quizá esté en la sabia mezcla de elementos que forman el telón de fondo de cada uno de sus trabajos.
«Los filmes cómicos han tenido un éxito inmediato porque la mayor parte de ellos presentaban a agentes de policía que caían en alcantarillas, tropezaban en los cubos de yeso y sufrían mil contratiempos. Son las personas que representan la dignidad del poder, frecuentemente imbuidas de tal idea; la visión de sus desventuras provoca mayores deseos de reír en el público que si se tratase de simples ciudadanos. » (Charles Chaplin).
De ese modo Emilio Boix demostró su genial capacidad para apropiarse con humor de esos dos elementos de la contradicción; y nos hace reír.
La obra de Emilio Boix, es todavía un lugar poco explorado. El problema principal es el desconocimiento de unos textos difíciles de localizar o simplemente perdidos, y por ello
esperamos disfrutéis de las páginas que a continuación os reproducimos de "Pat-Atita, el gunman atómico" y "Episodios del Rancho Grande".
Sirvan, también, estas líneas como homenaje a Emilio Boix creador de personajes inolvidables y autor fundamental de la Historieta Española.
L. Porras
4 comentarios:
A la vista de las ilustraciones que se incluyen aquí ¿No os parece que E.Boix tenía la misma fuerza en sus dibujos, que Jacoviti?
Para los que no conozcan a Jacovitti, les recomiendo la página oficial:
http://www.jacovitti.it/jacovitti/public/home.jsp
Creo que de esta manera será más fácil entender el comentario de "donjorge"
Personalmente y al conocer exclusivamente los materiales enviados por Manuel, aquí reseñados, no me veo muy capacitado para el comentario, pero viendo "el Rancho Grande" y algo similar de la bitácora como "CocoBill" creo que podría decirse que sí.
En cosas, me recuerda también "Little Nemo" y otros clásicos, pero acabo de enterarme de la existencia de este autor y con ello mi ignorancia y atrevimiento no debería ir más allá.
Transcrita de "Ta pa cominicase" a "Comentario".
RESPUESTA DE Manuel López:
Estoy de acuerdo en la fuerza de los dibujos son equiparables, pero no el dibujo en si.
Las figuras de Jacovetty son, por decirlo de alguna manera más alargadas, las de Boix más redondeadas o más académicas.
Lo que es indiscutible que son dos de los grandes.
muy bueno
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