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Título: Atila, el juicio final.
Autor: Napier, William.
Editorial: La Esfera.
Edición: 2008
ISBN: 978-84-9734-869-0
Páginas: 632
Dicen Tom Holland, autor de Rubicón y Fuego persa de William Napier:
«William Napier es un genio para recrear el caos sangriento de la Antigüedad con un trepidante estilo narrativo».
Frase que hago propia desde el momento que puse ante mis ojos el primero de los libros que componen esta trilogía. Es una de esas lecturas de verano que el cuerpo espera y agradece, si además te salta a los ojos desde la estantería de la librería nada más entrar, solo resta pasar por caja.
En la contraportada nos dicen lo siguiente para abrir el apetito:
Año 449, el futuro del mundo pende de un hilo.
El otrora poderoso Imperio romano yace vulnerable. El enorme ejército de los hunos se encuentra reunido a un tiro de piedra, al otro lado del Danubio, preparado para atacar. Las estepas de Asia han llegado hasta Europa y nadie ha vislumbrado todavía el peligro.
Salvo un hombre. El general Cayo Flavio Aecio sabe que Atila está sediento de la sangre de sus antiguos captores y sueña con su destrucción. Pero no recibe la ayuda necesaria y la horda arrasa la débil frontera, masacrando todas las guarniciones que encuentra a su paso.
Atila planea una estrategia que le llevará a las mismísimas puertas de Roma. Pero antes deberá valorar si el ataque a la ciudad más poderosa del mundo no es una apuesta demasiado ambiciosa. Una decisión que finalmente le hará enfrentarse a su destino.
Pues con esta lectura nos encontramos, ya que la trilogía sobre La Monarquía Asturiana ya está dando sus últimos coletazos.
Título: Atila
Guión: Carlos Tornquist.
Dibujo: Carlos Leopardi y Víctor Toppi.
Páginas: 69 Páginas en Color.
La historia de Atila, el azote de Dios como fué llamado después por los cronistas, se publicó en 6 episodios en la revista El Tony.
Carlos Tornquist era un guionista amateur que dos años antes habia ganado el primer premio en el concurso del 30 aniversario de la revista D' Artagnan. Los dibujantes son dos, ya lamentablemente fallecidos, Carlos Leopardi que hace el lápiz y Víctor Toppi que hace el pasado a tinta.
Leopardi fue uno de los dibujantes de Nippur De Lagash entre 1978 y 1980, dibujando así el mítico episodio en el que Nippur pierde su ojo izquierdo con una flecha. (Apuleyo).
Las otras dos referencias ya leídas el verano pasado:
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2 comentarios:
esto es lo que ami me gusta, las tengo 2, espero que un dia leas mi hrevista de historietas de huinos.
En vacaciones solo me da para alimentar con libros esta bitácora. Pero sabes que termino pasando siempre por los mismos espacios, solo que ahora más de tarde en tarde.
Un abrazo para esa tierra tan brava y hermosa en la que vives.
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