Autor del escrito: Pepe Monteserín. La mar de Oviedo.
Publicado en La Nueva España el domingo, 28 de diciembre de 2008.
"Soy un bonbón con 30 años y quiero casarme, hasta que la muerte nos separe, con alguien que gane un millón de euros al año. Una que va conmigo a Pilates, no tan guapa como yo, vive en Monte Cerrao, en un chalet con vistas a La Mostayal, y su marido gana eso".
"Leí tu anuncio, mis ingresos superan el millón, pero ofreces un pésimo negocio; tu belleza va a decaer, eres un activo que pronto sufrirá depreciación y yo rendiré dicidendos. Hoy estás en alza, en la época idónea para ser vendida, "trading positio" (posición para comercializar), y no "buy and hold" (compre y retenga), para lo que te ofreces. No eres buen negocio a medio o largo plazo.
Vivo en la Jirafa, un ático con vistas también al Aramo, a la subida del Angliru y a Wall Street; ven y charlamos; propongo tomarte en alquiler por el tiempo en que tu cuerpo esté en buen uso y aguante tu hermosura".
Opinión personal:
¡¡¡Que bueno eres!!!.
Bien por los inocentes, si uno se pasa por la sección de anuncios de este periódico o por cualquier lugar de contactos la realidad es poco inocente, la carne tiene precio.
Te sigo, te seguimos y vemos que artículo tras artículo has ocupado el espacio que otros han dejado por la edad que no perdona. De aquella quinta admiro a "Ladis" pero entre los remplazos asentados me quedo por diferentes razones con: Javier Morán, Andrés Barriales, José Ignacio Gracia Noriega... pero según mi modesta opinión todos juntos sois... ¡LA LECHE!, cada uno en lo propio y todos juntos la razón de la compra diaria de este periódico.
Si tuviera que definitivamente decantarme lo haría por Ismael (por expresarse en asturiano, tener un pensamiento cuasi paralelo al mío, cosas de la edad y ser de la cuenca seguramente) y luego por tí como los primeros en ser buscados, leídos y comentados en casa cada vez que vuestras plumas se asoman al periódico, bueno me olvidaba de Juan José Millás, seguro que por estar en la contra-portada se ha quedado para el postre.
¡¡¡Los tres ases de la pluma!!!.
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