pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes,
seres tales jamás hallarás en tu camino
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
Ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue de tu alma ante ti.
Ve a muchas ciudades del mundo
A aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre Ítaca en tu pensamiento.
Tu llegada allí es tu destino:
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
Y atracar, viejo ya, en la isla,
Enriquecido de cuanto ganaste en el camino
Sin aguardar a que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino,
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tantas experiencias,
Entenderás ya que significan las Ítacas.
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